Katia, la peruana que me follé en cuatro...

Andaba de viaje de negocios por Perú, y despues de un largo día de trabajo en la oficina de los clientes decidí irme a relajarme a mi hotel, pero de camino al mismo, paré a un taxista y le pregunté si sabía donde poder ir a follarme a una peruana. La verdad es que no me fui con chiquitas y el taxista decidió adentrarme en lo mas profundo del Cercado de Lima para follarme a la mas cerda que podía encontrar por aquellos lares. Esperaba encontrarme a bellezas como Diamond Kitty pornstar o una típica peruanita super tetona pero fue muy diferente lo que allí encontré...

 

Me llevó a un puticlub al lado de la vía principal, pedí una cervecita para contemplar al personal que había por alli, y se me acercó una ebony con tetas naturales que me puso berraco. Eran las tetas mas gordas y gigantes que habia visto en la vida. De repente mi vida empezó a tener sentido, debía de follarme a esta diosa de ebano..

 

Empezo a susurrarme al oido palabras muy dulces y me encandiló, no pude contenerme mas. Era ese momento en el cual piensas mas con la polla que con la cabeza, intente pensar en mi paginas porno favoritas para no tener que subir con ella pero fue imposible para mi, asi que le pregunte que cuanto debía de pagar para irme con ella y lo hice.

 

Era muy engañoso porque con ropa era bien mona pero cuando decidió quitarse la ropa, jamás hubiese imaginado que tenía semejantes mogambos, menudo par de melones tenia Katia, era jodidamente descomunales. Eran las tetas mas gordas que había visto nunca.

 

Empecé a estrujar el melonar, mordisqueandolo como si fuese un melón manchego, tenía unos pezones como si de dos galletas campurrianas se tratara, casi eran del tamaño de mi cara, y encima negritos. Nunca me había comido unos pezones negros.. Empecé a bombearla en cuatro, la muy puta chillaba que se podía escuchar hasta en la habitación de al lado donde habían otros clientes del puticlub pero no me importaba una mierda, era mi momento, era mi puto momento con la pedazo de gorda negra esta y no lo iba a desperdicia pensando en los vecinos de puticlub, que les jodan.... chilla mas fuerte gorda de mierda!!!! le decía mientras la empotraba fuertemente por el culo